Somos Hispanos Battiato-Nomadas
Sabina-Nos sobran...
Sabina-Y sin embargo
Victor Manuel-Yeren dos guajes
Victor Manuel-Asturias
Victor Manuel-Asturias
Victor Manuel-Mujer Calama
V.Manuel Sin bandera-Maldita Suerte
kermit-Teppum-Sad Lisa
Viviremos siempre juntos-Nacho Cano
Van Morrison - Have I told you lately
Juan Manuel Serrat - Cantares
Juan Manuel Serrat - Mediterráneo
Juan Manuel Serrat - Lucía
Tears in Heaven
Jerry Lee Lewis- Whole Lotta Shakin' Goin' O
Someday The Sun Won't Shine For You-Jethro Tull
Too Old To Rock'n Roll Too Young To Die-Jethro Tull
Botella al mar correo
Hoy recogí en la playa
tu misiva
en la botella verde habitual.
No te quejes, no es
que no te escriba,
es que el correo
de náufragos
"Yo no estimo tesoros ni riquezas,
y así, siempre me causa más contento poner riquezas en mi entendimiento
que no mi entendimiento en las riquezas." S.Juana Inés G a t a s
Algunas veces vuelo
y otras veces me arrastro
demasiado a ras del suelo,
algunas madrugadas me desvelo
y ando como un gato en celo
patrullando la ciudad
en busca de una gatita
a esa hora maldita
en que los bares
a punto están de cerrar
En vano te he buscado. Atrás quedan las horas que tanto fueron tuyas. Murieron. Se fueron para siempre con tu beso, tu beso perdido en la cuenca de mi mano, roto de frío, mientras que aquel portal sigue en su sitio, y la casa se cae, me dicen. ¿Sabremos algún día por qué no merecimos tanta dicha?
El cambio climático: Asturias Liberal ofrece un reportaje...
Asturias Liberal ofrece un reportaje (fragmentado en 8 videos) que desmonta la teoría que Al Gore y sus seguidores llevan por todo el mundo. Un recorrido histórico desde el origen de la teoría política del CO2, hasta las consecuencias que para el progreso de los paises del tercer mundo tienen.
De cómo períodos de la antigüedad soportaron mayores niveles de CO2.
Origen político de la teoría del CO2 como factor decisivo en el calentamiento.
Fundador de Greenpeace se descuelga del eco-fundamentalismo.
Grupos de interés y puestos de trabajo dependen del mito del CO2.
El pensamiento dominante mata el sueño africano de alcanzar el desarrollo.
Otros períodos, como la Plena Edad media, han presentado temperaturas medias mucho mayores que las actuales.
Video 2:
Época de enfriamiento global preocupante entre 1940 y 1975.
Periodo de calentamiento anterior a 1940 con emisiones industriales de CO2 mucho menores que las actuales.
El vapor de agua es un gas invernadero de mayor repercusión que el CO2.
El papel determinante de los gases invernadero en el calentamiento atmosférico es cuestionable a tenor de las mediciones de temperatura en altura.
Video 3:
La correlación entre el CO2 y la temperatura es compleja. Estudios demuestran que el vínculo causal es el inverso al que se proclama. El aumento de temperatura atmosférica produce emisiones extras de CO2:
Las plantas emiten más CO2 que las industrias.
Los océanos emiten más CO2 cientos de años después de aumentar sus temperaturas, tal y como las series de datos demuestran.
La física solar establece al Sol como determinante en las temperaturas de La Tierra.
Video 4:
Registros astronómicos demuestran la relación causal de la actividad solar sobre la temperatura de la Tierra en registros de los últimos 400 años.
Las partículas subatómicas desprendidas de las estrellas desaparecidas producen más nubosidad y bajada de temperaturas. Se corresponden con las décadas frías.
La activación de vientos solares interrumpen la acción de dichas partículas produciendo menos nubosidad y décadas de calentamiento. Es el Sol quien conduce los cambios climáticos.
En los sesenta se presentaba el “enfriamiento global” como peligro.
El gobierno de Margaret Thatcher apuesta por culpar al CO2 del calentamiento de los ochenta para liquidar la dependencia energética británica de los combustibles fósiles.
Video 5:
De cómo M. Thatcher inunda de libras a los científicos que acentúen al CO2 como factor de calentamiento. En su punto de mira: los sindicatos mineros y la dependencia energética del Reino Unido.
El movimiento ambientalista aprovecha estos estudios para levantar una nueva bandera.
Fundador de Greenpeace denuncia la infiltración izquierdista en el movimiento ambientalista tras el colapso de la URSS.
Sólo hay dinero para los científicos que abunden en la tesis del CO2 y en el catastrofismo del calentamiento.
Video 6:
Errores en los modelos de emisiones de CO2. Los aumentos de emisiones industriales son menores que los citados.
Entre los científicos subvencionados y los periodistas ambientales importa menos la predicción veraz que la espectacular. Modelos manipulados.
La expansión de hielos manipulada. Según imágenes de la NASA, siempre hay expansiones y contracciones en breves periodos, pero sólo se muestran los deshielos.
Video 7:
Corrupción en la Academia Nacional de Ciencias de los EE UU. Científicos firmantes de estudios denuncian manipulaciones en las conclusiones de los mismos.
El gran circo de la Conferencia sobre el clima. Estudios espurios que relacionan el sexismo con el cambio climático.
El “principio precautorio” destruye el sueño africano. Líderes y médicos denuncian el efecto de prohibir desarrollos energéticos en África basados en combustibles fósiles.
Video 8:
Denuncias africanas contra el hambre y la miseria que produce el ecologismo apocalíptico.
La condena ecologista del uso de la riqueza de carbón y petróleo africanos alarga la miseria.
Energías alternativas: si son caras en Occidente, son prohibitivas en África.
Fernando Beltrán - Amar es este error imprescindible
Para poder vivir, esta forma distinta de sentir la lluvia cuando llega el otoño y la saliva de los parques más tristes habla sólo al oído de los locos, de los cuerdos de atar, de este poema empapado de sed, muerto de amor y frío, acantilado al borde de un abismo que antes nunca escribí
Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad. Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco. Que no se enoje la felicidad por considerarla mía. Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria. Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado por alto a cada segundo. Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevo el primero. Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa. Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo. Que me disculpen los que claman desde el abismo el disco de un minué. Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueño a las cinco de la mañana. Perdóname, esperanza acosada, por reírme a veces. Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua. Y tú, gavilán, hace años el mismo, en esta misma jaula, inmóvil mirando fijamente el mismo punto siempre, absuélveme, aunque fueras un ave disecada. Que me disculpe el árbol talado por las cuatro patas de la mesa. Que me disculpen las grandes preguntas por las pequeñas respuestas. Verdad, no me prestes demasiada atención. Solemnidad, sé magnánima conmigo. Soporta, misterio de la existencia, que arranque hilos de tu cola. No me acuses, alma, de poseerte pocas veces. Que me perdone todo por no poder estar en todas partes. Que me perdonen todos por no saber ser cada uno de ellos, cada una de ellas. Sé que mientras viva nada me justifica porque yo misma me lo impido. Habla, no me tomes a mal que tome prestadas palabras patéticas y que me esfuerce después para que parezcan ligeras.
Su piel era blanca y despedía un suave fulgor en la oscuridad. Sus ojos brillaban, anticipando sus movimientos. Él estaba atado a un travesaño de la cabecera de la cama. Se olía su temor y su excitación. En su cabeza sonaba una alarma. Temía ser devorado por ella. ¿Quién lo diría?, pequeña y delicada, muy femenina y poderosa. Le recordaba a las mantis religiosas, preparándose para la copulación, para después, devorar a su pareja.
Sus manos se posaron en su torso húmedo. Lo acariciaba con la punta de sus filosas uñas. La espalda masculina se arqueó. Sus manos pequeñitas llegaron hasta su cuello, masajeándole la base de la nuca. Un gemido escapó de su boca, mientras ella reía, con su expresión de diablo. El cabello rojo brillaba y sus ojos verdes como duras esmeraldas mostraban el reflejo de su propia expresión caliente y nerviosa.
- "Tal vez si no coopero, me deje ir" - pensó él - "ahora entiendo lo que es una violación para las mujeres".
¿Quién era ella? ¿Cómo llegó hasta allí? Solo recordaba que ella le acariciaba el rostro
A la sombra de un viejo manzano en pena, con el agua al cuello, alzamos plegarias al cielo preguntando a las pléyades de estrellas por el futuro [el incierto futuro de este mi corazón oscuro] de escribir mensajes sin retorno. Huidizas palabras que enviamos cargadas de esperanzas vanas en botellas rotas, por mares de tempestades y derrota. Ya no sé, sombra mía, roto amor, abismo, si tendremos certeza alguna entre tanta desdicha, o si ya sólo seremos eso, bruma en el cieno del aire, —Mas no quiero creerlo, no me resigno-
Entrar al closet Al amparo de la doble costura El centímetro nos diferencia El agudo alfiler siega tu entalle y te advierte Altura y moldes de breves medidas confiesan tu falso esplendor Entrar al closet enterrar la armadura y el arnés Fundir mi pelo entre las telas Inhalar la elegancia del polvo Volver al silencioso huso de fibra lustrada “Torciendo la hebra devanando en él lo hilado” Sobre la gota roja se lee tu pasado La cuchilla acariciando mis medidas Frivolidad pensada Traición al estilo Cortar el lazo de mi fe tiza tela y plomo El hilo de mi mente deshebrada olvida la medida de tu espalda Entrarle al closet hilvanada y breve Esconderme en el zoo de los abrigos Y anotar figurar en silencio tu rabia La máquina cose y la cabeza remienda Jugar a des vestirme por ti y sin ti conmigo Cuna de lana y naftalina incandescente Ensartar al hombre y al ánimo Puntada invisible Estocada para entrar en otro cuerpo Boceto para curar tus pasarelas interiores Ante la frialdad del cuerpo que vendiste Embalsamada en disfraces estridentes Entro al closet Traslúcidos vestidos me cortejan No exhibo no provoco no desfilo Apago los neones de tus tiendas me borro y me reescribo en el encierro.
Tarde en la noche. Comenzó a nevar. Los copos húmedos caían más allá del cristal de las ventanas, surcando el aire frío ocultaban el resplandor de la ciudad. Observamos un rato la tormenta sorprendidos, felices, satisfechos de estar allí y no en otro sitio. Puse un leño en el hogar, me pediste que regulara el tiro de la chimenea. Nos metimos en la cama. Cerré mis ojos, de inmediato, pero por razones que desconozco antes de dormirme el aeropuerto de Buenos Aires atravesó mi memoria. Recordé esa tarde, la temprana oscuridad, las sombras. Reconstruí la escena: regresé a ese paisaje desolado donde flotaba un silencio sepulcral interrumpido únicamente por el rugido de las turbinas del avión que carreteaba lentamente bajo una lluvia de granizo, tan fino que lo confundimos con nieve. En las ventanas de los edificios no había luz. Un lugar realmente solitario. Sólo pasillos abandonados, hangares vacíos. No vimos a una sola persona. “Es como si todo estuviera de luto,” fue tu comentario.
Abrí mis ojos. El ritmo de tu respiración me dijo que estabas profundamente dormida. Te cubrí el cuerpo con uno de mis brazos. Mis evocaciones me trasladaron de la Argentina a un departamento en el que pasé un tiempo de mi vida, en Palo Alto. No nieva en esa ciudad, pero el departamento disponía de un amplio ventanal desde donde podríamos haber mirado por horas la autopista que rodea la bahía. La heladera estaba al lado de la cama. Las noches calurosas, sofocantes, cuando me despertaba con la garganta seca sólo tenía que estirar el brazo, abrir la puerta y dejarme guiar por la luz interior hasta el botellón con agua refrescante. En el baño un pequeño calentador eléctrico descansaba cerca del lavatorio. Todas las mañanas mientras me afeitaba calentaba agua en una vieja sartén, el frasco de café instantáneo, siempre a mano, en el botiquín.
Un mañana me senté en la cama vestido, recién afeitado, bebiendo sorbos de café caliente intentando olvidar planes, proyectos, todas esas cosas que había decidido realizar. Finalmente disqué el número de Jim Houston que vive en Santa Cruz, le pedí prestados 75 dólares. Me contestó que estaba sin fondos. Su mujer había viajado a México por unos días y él ya no tenía dinero, no llegaba a fin de mes. “Está bien”, le dije. “Te entiendo.” Y así era, no necesité explicaciones. Hablamos un poco más y cortamos. Terminé el café cuando el avión comenzaba a elevarse en mi recuerdo y yo desde la ventanilla miraba por última vez las luces de Buenos Aires. Después cerré los ojos iniciando el largo regreso.
Esta mañana hay nieve por todos lados. Hablamos sobre la tormenta. Me comentás que no dormiste bien. Te digo que yo tampoco. Tuviste una noche terrible. “Yo también.” Estamos tranquilos el uno con el otro, nos asistimos tiernamente como si comprendiéramos nuestro estado de ánimo, las mutuas inseguridades. Creemos adivinar los sentimientos del otro, no podemos, por supuesto, nunca podremos. No tiene importancia. En realidad es la ternura la que me interesa. Ése es el don que me conmueve, que me sostiene, esta mañana, igual que todas las mañanas.
Me voy feliz y desquiciado Fui en ti el peor de los gusanos del río Aposté la orfandad del corazón, vaca y brisa A los fatales cantos de los vampiros en los álamos
Sé tu nombre y el riesgo fatal de tu sangre Nuestro beso malo escupió entre alhelíes bárbaros Dicha y desgracia Por eso me alegro bajo esta horrorosa tormenta
Estoy en ti hasta la inevitable lluvia del puñal Otros como yo o mejores pétalos de dulzura enferma Levantarán tu cintura entre buitres y amapolas Y dejarán bajo los nichos la orina fresca de tu patio
Sólo yo te he amado con infatigable tristeza La furia de la escarcha sobre la luna echada en la faz de la muerte El tonel de sangre que arrastra el mosquito hasta la tumba Me condenan a la hoguera y al aburrimiento mortal de los puentes
Soy el insobornable Yuri Richard, tu espina de ceniza y sal Entra en este poema como un dedo de nieve al agua Ven al polvo del jardín, al hielo del pueblo Como entra un poeta a la desgracia del lenguaje
El serbio que destruye un colegio soy yo, el ruandés que mata a machetazos soy yo, el terrorista que coloca la bomba soy yo, el hombre que dispara en un hiper de Texas soy yo, el judío que bombardea un campo de refugiados soy yo, el palestino que clama en el desierto soy yo, el albanés que huye en un barco soy yo, el marroquí que se ahoga al cruzar el estrecho soy yo, el guerrillero que aún sueña en el El Salvador soy yo, el bebé somalí que muere de hambre soy yo, el médico sin fronteras soy yo, el general que apunta soy yo, el empresario que emite residuos radioactivos soy yo, el enamorado que mata por amor soy yo, el loco que muere por amor soy yo, el político sin escrúpulos soy yo, el funcionario corrupto soy yo, el funcionario honrado soy yo, el hombre capaz de lo mejor, el hombre capaz de lo peor el hombre a secas, yo
Nuestros aviones llegan sin ser vistos ni oídos. Nuestros aviones bombardean sin ser vistos ni oídos. Nuestros aviones matan sin sin ser vistos ni oídos. Sólo el tacto, el olfato y el sabor de la sangre en la boca, les hace sentir frío y les devuelve el sentido común a los que han muerto
Sólo el secreto sutil de las miradas Perdura entre cortinas ahumadas, Ahí donde las manos laboriosas, Despojadas de sus arabescos de cálamo, Entregan la nobleza de tu fuerza A quien tal vez no siente nada, Y espera que le sanen las heridas Escondidas por las risas o el vapor. No veo más que cuerpos desangrados Que compran la ilusión de los remedios Y manos que se agitan sin descaso, Como mariposas rendidas ante el viento Entregándose a una danza de piruetas, Simulacro de tacto, inútil cura, Cómplice sereno de silencio, Minuto pasajero entre mi cuerpo y yo. He comprado el silencio de esas manos -como compro un canto que no entiendo- en la estancia del alivio efímero, a sabiendas que el olvido no se compra, ni se olvida la magia de la danza el misterio delicado de mi ausencia, la pregunta escabullida en mis respuestas, y he salido del hammam, sin ver el sol.
Jim Morrison - Cancel my subscription to the resurrection
El hombre y su obsesión: que nada pase sin la amenaza dócil de un retorno; trocar en oro el sol echado al horno, hallar en el final algo que case y dé otra dimensión a lo ya dicho. Identidad es algo que sucede dos veces, una más: algo que puede dejar de ser y ser. Arduo capricho éste de condenar por abstraíbles la simples circunstancias y salvar las apariencias lúcidas que avisan que nadie volverá. Las huellas pisan caminos que no están. Irreductibles, todas las sendas llevan al azar.
(una tarde con Charles Bukowski) Vos no sabés qué es el amor dijo Bukowski tengo 51 años y estoy enamorado de esa pendeja me pegó fuertísimo pero no te preocupés ella también está enganchada así debe ser mi viejo yo me les meto en la sangre y ya no pueden olvidarme Tratan de alejarse pero finalmente vuelven todas ellas vuelven salvo ésa que dejé plantada Me hizo llorar y mucho bueno en realidad en esos días tenía la lágrima fácil Por favor no me dejes tomar bebida blanca me pongo mal –me vuelvo despreciable Yo podría sentarme con Uds. hippies queridos y chupar cerveza toda la noche sí diez latas o más de esta cerveza, y nada –todo bien es como agua Pero si tomo licor empiezo a tirar gente por la ventana ya lo he hecho Vos no sabés qué es el amor Porque no te has enamorado así de simple yo tengo esta mina joven que es muy, muy hermosas Ella me llama Bukowski Bukowski repite con su voz suave y melodiosa yo le contesto QUÉ Vos no sabés qué es el amor te estoy tratando de explicar y no me escuchás Si el amor irrumpiera en esta habitación y les pateara el culo ninguno de Uds. podría reconocerlo En una época pensaba que las lecturas de poesía eran un modo de entregarte Mirá yo tengo 51 años conozco algo la calle sé que significa una lectura pero me dije Bukowski cagarte de hambre es la peor de las entregas Entendéme nada es lo que debiera ser Ese tipo –cómo se llama sí ese tal Galway Kinnell ví su foto en una revista Tiene su pinta pero es profesor Cristo Dios imagináte eso Pero Uds. También enseñan y yo ya estoy insultándolos qué voy a hacer No -no sé quién es y ese otro menos Todos son insectos egos desproporcionados Yo ya no hago muchas lecturas pero ésos que construyen una reputación basada en 5 ó 6 libros son todos unos insectos BUKOWSKI dice ella Por qué escuchás música clásica todo el día Eso te sorprende no imaginás a una bestia como yo escuchando música clásica todo el día Brahms Rachmaninoff Bartok Telemann Carajo no puedo escribir en esta casa Demasiado silencio muchísimos árboles prefiero el centro de la ciudad ése es mi ambiente natural pongo mi radio en FM y la música la música clásica fluye toda la mañana y me siento frente a la máquina y enciendo un habano y lo fumo así de esta manera así INTENSAMENTE Me digo Bukowski sos un tipo con suerte Bukowski viviste todo sos un viejo con suerte El humo azul flota en la habitación y yo miro a través de la ventana observo la avenida Delongpre Veo a muchas personas caminando por las veredas Apago el cigarro aspiro profundamente y comienzo a escribir Bukowski esto es vida Pienso es bueno ser pobre es bueno tener hemorroides es bueno estar enamorado Pero vos no sabés lo que es Vos no sabés qué es el amor Si la vieras comprenderías todo lo que te quiero explicar Ella imaginó que fui a su casa a encamarme Ella adivinó mis intenciones me lo dijo Mierda tengo 51 años ella sólo 25 y estamos enamorados Ella es sumamente celosa Jesús esta es la belleza total Me dijo que me arrancaría los ojos si yo salía con otra mujer Entendés esto es el amor Que saben Uds. Les voy a contar algo he conocido a tipos en la cárcel que tienen más estilo que las personas que vienen a esta universidad a las lecturas de poemas Son chupasangres que quieren comprobar si las medias del poeta están limpias si usa desodorante Creánme no intento defraudarlos Quiero que recuerden algo en esta habitación hay un solo poeta sólo un poeta esta noche en la ciudad y ese poeta soy yo Qué mierda saben Uds. de la vida Qué saben de cualquier cosa A quién de Uds. lo echaron del trabajo Quién fajó a su hembra A quién lo apaleó su hembra A mí por ejemplo me echaron de Sears Roebuck cinco veces y me recontrataron otras tantas Trabajaba en los depósitos ya tenía 35 años y me echaron porque creían que yo robaba galletitas Sé de qué se trata Estuve ahí Tengo 51 años ahora y estoy enamorado Esta pendeja me dice Bukowski le contesto siempre QUÉ Tenés la cabeza llena de mierda BEBÉ vos sí que me comprendés Ésta es la única hembra hombre o mujer en este mundo de la que aceptaré comentarios de esta índole Vos no sabés qué es el amor Todas vuelven finalmente salvo ésa de la que ya te hablé Estuvimos juntos siete años y nos chupamos todo absolutamente Hay un par de dactilógrafos esta noche en esta habitación pero escasean los poetas y no me sorprende Tenés que conocer el amor para escribir poesía y…. Vos no sabés qué Ése es tu problema es el amor Dame un poco de eso puro sin hielo Bueno ya es hora de comenzar el espectáculo Sí si ya sé lo que dije Sólo un trago más tiene buen sabor Vamos quiero terminar esta lectura temprano Y después no se descuiden no se acerquen a las ventanas
Rosie Inguanzo - Mujer adormecida en el río de un póster
Albura como el pan del sur. De pie ancho como un árbol Delgada de pecho como su vida sencilla junto a mí, cama repleta de libros de ensayo y olvido. Así las mañanas anochecieran frente al polvo por sacudir y un juego lento y turbio en mis oídos. Como las líneas de mi camisa, se sucedieron los encuentros, en paralelo, con su aroma de nafta y su hondura en un hilo en aquella habitación moldeada bajo mi mano, el estuco y una alfombra recién recuperada de la calle. Así como sus lienzos, la fui dejando morir por los lados de la tela, como un Rothko1 extenuado por la luz amarilla de una tarde. _____________ 1Una mañana, en el Hudson, vi reverberar en sus orillas la paleta de colores de sus cuadros. Entonces, comprendí como aquel cauce que cercaba a la ciudad, abría en sus orillas, las fisuras de un suicidio anunciado.
Mi amada que no quiere amarme: Mi vida que no puede amarme: Las seduzco a ambas.
Ella con mis besos rotundos… (En la sonrisa de mi amada la aprobación del cosmos) La vida es mi arte… (Protección frente a la muerte) Así sin autorización vivo. (¡Qué desgraciada teodicea!)
(To JS/07 M 378 This Marble Monument Is Erected by the State)
He was found by the Bureau of Statistics to be One against whom there was no official complaint, And all the reports on his conduct agree That, in the modern sense of an old-fashioned word, he was a saint, For in everything he did he served the Greater Community. Except for the War till the day he retired He worked in a factory and never got fired, But satisfied his employers, Fudge Motors Inc. Yet he wasn’t a scab or odd in his views, For his Union reports that he paid his dues, (Our report on his Union shows it was sound) And our Social Psychology workers found That he was popular with his mates and liked a drink. The Press are convinced that he bought a paper every day And that his reactions to advertisements were normal in every way. Policies taken out in his name prove that he was fully insured, And his Health-card shows he was once in hospital but left it cured. Both Producers Research and High-Grade Living declare He was fully sensible to the advantages of the Instalment Plan And had everything necessary to the Modern Man, A phonograph, a radio, a car and a frigidaire. Our researchers into Public Opinion are content That he held the proper opinions for the time of year; When there was peace, he was for peace: when there was war, he went. He was married and added five children to the population, Which our Eugenist says was the right number for a parent [of his generation. And our teachers report that he never interfered with their education. Was he free? Was he happy? The question is absurd: Had anything been wrong, we should certainly have heard.