Correo de Náufragos



Pablo de Rokha - Estilo del fantasma


Ya por añejos vinos,
corre sangre, corren caballos negros, corren sollozos, corre muerte,
y el sol relumbra en materias extrañas.
Sobre el fluir fluyente, abandonado, entre banderas fuertes,
sujeto tu ilusión, como un pájaro rojo,
a la orilla de los dramáticos océanos de números;
y, cuando las viejas águilas,
atardecen tus pupilas de otoño, llenas de pasado guerrero,
y el escorpión del suceder nos troncha la espada,
mi furiosa pasión,
mi soberbia,
mi quemada pasión,
contra "la muerte inmortal", levantándose, frente a frente,
enarbola sus ámbitos,
la marcha contra la nada, a la vanguardia de aquellos ejércitos tremendos,
en donde relucen las calaveras de los héroes.
Si, el incendio en las últimas cumbres;
guarda las lágrimas en su tinaja el vendimiador de dolores,
y sopla un hálito como trágico,
de tal manera ardido y helado, simultáneamente;
suena el miedo, de ser, entonces.
Encaramados a todos los símbolos,
feas bestias, negras bestias nos arrojan fruta podrida, cocos de tontos y obscuras imágenes hediondas,
y los degeneras de verula,
vestidos de perras,
largan amarga baba de lacayos sobre nosotros;
es, amiga, la familia del mundo,
no, es la flor del estiércol, es la flor, es la flor morada y rabiosa de la burguesía;
pero a la medida que nos empequeñecemos de años y de llantos, para bajar hacia la montaña de abajo,
y la figura de la verdad nos marca la cara,
avanzan hijos e hijas, retozando la historia, derrochando, derramando
grandes copas dulces, y el vino y la miel rosada de la juventud, se les caen
como la risa a la Rusia soviética;
tú y yo nos miramos y envejecemos, porque nos miramos,
y porque el arte patina las cosas,
levantando su ataúd entre individuo e infinito.
Ahora, si nosotros nos derrumbamos,
con todo aquello que nos amamos y nos besamos, mutuamente, cargados de vida,
y en lo cual radicó el honor de la existencia,
va a ser ceniza la figura del sexo y de la lengua y del pecho y del corazón, que ya alumbra,
y en los pies estará todo el peso del mundo,
y ya nos vamos llegando, aproximando a la órbita, llenando de dispersión, colmando sombra,
y tu belleza batalla contra tu belleza...
Emigran las golondrinas desde tu pelo de pueblos;
el tiempo de las cosechas del trigo y el vino
flamea en tu corazón cubierto de huevos de tiempo y manzanas,
es decir, como tarde, cuando la tarde arrea sus rebaños;
nosotros dos, nosotros, cómo nos morimos, y cómo,
en ti la niña marchita, tan linda,
entristece de dignidad feliz a la mujer hermosa y profunda, como un carro de fuego,
en mí, el adolescente agresivo y estusiasta,
yace en este animal desesperado, con pecho tremendo, que agita la dialéctica;
país de soledad, adentro del cual golpea y revienta el océano,
y es una enorme isla, tan pequeña, que da espanto, y gira rugiendo,
porque dos criaturas están abrazadas;
huele a agua mojada, a paloma amarilla, a novela, a laguna, a vasija de otoño,
y un horizonte de suspiros y sollozos
suspende una gran tormenta sobre las nuestras cabezas;
el pájaro pálido de las hojas cedas
aletea a la ribera de los recuerdos, entre los braseros arrodillados,
y retornan las viejas lámparas del pretérito,
la angustia resplandece, como una virtud, en nosotros,
y el terror de los proletarios abandonados
nos raja el pecho, desde adentro como con fuego tremendo.
Imponente como la popa de un gran barco,
amarillo y espantoso de presencia,
el sol inicia la caída definitiva, tranco a tranco, como el buey de la tarde eterna;
besos de piedra,
todas las máscaras de dios se despluman,
y caen destrozados los penachos;
un ataúd de fuego grita desde el oriente.

7/31/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 00:23|
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D. Hierro - De suerte.


Otorgas,
luego callas.

Vienes y te vas
te detienes y te largas

siempre imprevisible

mi previsible e invisible
piedra de la suerte.

7/30/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 01:16|
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Meleagro - Una receta


-Filocles, si lo otorgan los Deseos, la Persuasión fragante
y las Gracias que escogen la flor de la belleza,
tengas entre tus brazos a Diodoro, al dulce Doroteo frente a ti,
Calícrates repose en tus rodillas, Dión vaya entibiando
tensándolo en su mano con pericia tu miembro,
que Ulíades después te lo despeje,
Filón te dé algún beso muy sabroso, Terón te hable con gracia
y el pezoncillo a Eudemo roces bajo su clámide.
Si un dios te proporciona estas delicias, afortunado tú,
¡qué ensalada romana te vas a preparar!

7/29/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 23:27|
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Pablo Silenciario - Un otoño soberbio


Preferibles resultan, Filina, tus arrugas
a los jugos de toda juventud, y deseo tener entre mis manos
antes la fruta tuya que reposa en racimos
que el seno puntiagudo de la edad primeriza.
Tu otoño es todavía más soberbio que cualquier primavera,
tu invierno más ardiente que un verano cualquiera.

7/28/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 23:29|
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African queen - 2 Face Idibia's

7/27/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 00:00|
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Vicente Aleixandre - Lenta Humedad


Sombra feliz del cabello
que se arrastra cuando el sol va a ponerse,
como juncos abiertos -es ya tarde;
fría humedad lasciva, casi polvo-.
Una ceniza delicada,
la secreta entraña del junco,
esa delicada sierpe sin veneno
cuya mirada verde no lastima.
Adiós. El sol ondea
sus casi rojos, sus casi verdes rayos.
Su tristeza como frente nimbada,
hunde. Frío, humedad; tierra a los labios

7/26/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 00:57|
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Salvador Novo - El Mar.


Post natal total inmersión
para la ahijada de Colón
con un tobillo en Patagonia
y un masajista en Nueva York.
(Su apendicitis
abrió el canal de Panamá.)

Caballeriza para el mar continentófago
doncellez del agua playera
frente a la Luna llena.

Cangrejos y tortugas
para los ejemplares moralistas;
langostas para los gastrónomos.
Santa Elena de Poseidón
y garage de las sirenas.

¡Hígado de bacalao
calamares de su tinta!
Ejemplo de Biología
en que los peces grandes
no tienen más que bostezar
y dejar que los chicos vengan a sí.
(Al muy prepotente Guillermo el segundo
en la vieja guerra torpedo alemán.)

¡Oh mar, cuando no había
este lamentable progreso
y eran entre tus dedos los asirios
viruta de carpintería
y la cólera griega
te hacía fustigar con alfileres!
En tu piel la llaga romana
termocauterizó Cartago.
¡Cirugía de Arquímedes!
Baños, baños
por la Física y a los romanos.

Europa, raptada de toros,
buscaba caminos.
Tierra insuficiente
problemas para Galileo,
Newton, los Fisiócratas
y los agraristas.

¿No te estremeces al recuerdo
de las tres carabelas magas
que patinaron mudamente
la arena azul de tu desierto?

Nao de China
cofre de sándalo
hoy tus perfumes
son de Guerlain o de Coty
y el té es Lipton's.
Mar, viejecito, ya no juegas
a los naufragios con Eolo
desde que hay aire líquido
Agua y Aire Gratis.

Las velas
hoy son banderas de colores
y los transatlánticos
planchan tu superficie
y separan a fuerza tus cabellos.

Los buzos
te ponen inyecciones intravenosas
y los submarinos
hurtan el privilegio de Jonás.

Hasta el sol
se ha vuelto capataz de tu trabajo
y todo el día derrite
tu vergüenza y tu agotamiento.
Las gaviotas contrabandistas
son espías o son aeroplanos
y si el buque se hunde
-sin que tú intervengas-
todo el mundo se salva en andaderas...

¡Oh mar, ya que no puedes
hacer un sindicato de océanos
ni usar la huelga general,
arma los batallones de tus peces espadas,
vierte veneno en el salmón
y que tus peces sierras
incomuniquen los cables
y regálale a Nueva York
un tiburón de Troya
lleno de tus incógnitas venganzas!

Haz un diluvio Universal
que sepulte al monte Ararat,
y que tus sardinas futuras
coman cerebros fósiles
y corazones paleontológicos.

7/25/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 00:23|
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Kenzo T. - Para la lluvia.


Tengo un sueño:
volar la cometa
hasta el cielo,

pisar la hierba
fresca descalzo y besar
tus labios.

7/24/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 15:03|
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Atilio Bertolucci - Bernardo a los cinco años


El dolor está en tu ojo tímido
En la mano infantil que saluda sin gracia,
El dolor de los días que vendrán
Ya pesa sobre tu esqueleto frágil.

En un día de otoño que deslíe
Quieto sus hilos de niebla al sol
El juego se acabado inesperadamente,
Te ha dejado solo donde el camino acaba

Espléndida por tantas hojas la tierra
En una noche, en que todo cuanto aquí
Ha venido en un pensamiento hasta la mente
De la estación que se acerca rápida.

Tu has saludado con una débil señal
Y una sonrisa cómplice, te has quedado
Sombra en la sombra un instante, ahora corres
A refugiarte en nuestras ansias.

7/23/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 00:20|
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Kasuko Shiraishi - Viento venido de la ensenada.


En Riverside no hay río.
El río está seco en Riverside desde 1911.
En el verano de 1980 aparezco por primera vez en
Riverside.
69 años después de haberse secado el río.
Allí descubro que Riverside es de hecho una entrada
hacia el desierto. Allí de pronto las criaturas de la
tribu de arena empiezan a moverse en mi interior y
buscan la salida, deprisa, ¡ay!, hacia el desierto.
Toman la salida mientras pronuncian la palabra mágica,
"Riverside, Riverside"; salen atropellándose, volando,
hermosos espíritus construidos con granos de arena
seca, afuera, hacia el desierto.
Mis pensamientos tiran siempre hacia el desierto,
hacia donde hay arena, tierra seca, sin importar en
qué lugar me encuentre, aire caliente y seco donde
hasta al mismo sol se le quema la garganta, y la tribu
arenosa anidada en mi interior adquiere vida de
pronto, cuando descubre ausencia de agua, ni una gota
de agua en Riverside, y así se lanza cantando,
descalza, alegremente silbando, danzando hacia el
desierto. Entonces poco a poco me hundo hasta quedar
sepultada en esta multitud de arena y mi memoria
empieza a remontarse, hacia atrás, centenares de miles
de años atrás. ¿Es éste el arenal de los indios yaquis
de California o es el desierto de Sahara? ¿Estoy a
las orillas de la sagrada Uluru o en las planicies de
Australia? Cuanto más atrás se remonta mi memoria, más
ambiguos se tornan mis recuerdos... Quizá yo sea lo
arcaico, quizá me haya quedado dormida. El tamtam de
los tambores me despierta a veces; mas ya convertida
en arenosa tierra, adormecida, ¿cómo podría emerger
del todo de mi sueño?
En Riverside no hay río.
Seco Riverside, tierra enigmática, puerta al desierto
en donde no hay ni rastro de agua: ¿por qué eres una
pura entrada sin salida, por qué está el desierto
plagado de entradas sin una sola puerta? El desierto
es una entrada
Una entrada abierta a todos
Una entrada abierta a otra entrada
Cada vez más hacia dentro
Tribu de arena, intrépida hermandad, guerreros míos
que al olor de la arena corren hacia el desierto, sin
saberse bien por qué, no con locura, ni por ir a
alguna parte, sólo por puro instinto, sólo por el amor al
regreso.
De adentro de mi cuerpo regresan hacia su nido, hacia
la madriguera original, como si fueran bestias,
pájaros o peces. En la tarde calurosa oigo sus
aleteos.
Los ojos los ven y no los ven. Tribu de arena, más
evidente que la poesía, río seco, grande y ancho
Poder fantasmagórico, ánimas de la arena que adoptan
la forma del río...

7/22/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 23:53|
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Andres Sanchez Robayna - Las nubes


Pasan las nubes blancas. En la tierra
indescifrable, el matorral oscuro,
la fijeza del tojo. Arriba, el cuerpo errante
del cúmulo en el nudo de la luz.

Pasar, como las nubes,
los cielos arrasados del verano tardío,
atravesar la claridad, herido,
en los ojos dolor, un cardo entre las manos.

7/21/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 19:51|
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Francisco Hernández - Desnuda

Desnuda eres como una calle
subes, te abres, serpeas, te angostas,
doblas, sigues mis pasos y desembocas.

7/20/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 01:21|
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Julia Otxoa - El secreto.


El secreto de la poesía pertenece más al náufrago que al navegante

7/19/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 01:52|
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Abigael Bohórquez - Parto do no se muere sino que se vive la cruda suerte de matar.


Parto do no se muere sino que se vive la cruda suerte de matar.

Aquí se dice de cómo según natura algunos hombres
han compaña amorosa con otros hombres.

De cómo los pastores suelen abandonar su hato
para aposentar otras ovejas de mejores maestrías
en usos del otro amor.

Canción del alegría que me viene al memorar
al mi dulce amado pescando.

Del ardor que me contesce desques llegada la
presencia del mi amado.

Canción de amorosos apremios escrita a la usanza de
loque agora no se considera.

Canción a la memoria del aquel día en el que mi cuerpo
temblar y arder se sentía.

Romancillo de1 céfiro que más que yo besaba
la tanta luz del cuerpo del mi amado.

De por qué es yerro y penar el pecado y de cómo
han de darse castigos de salvación.

De la franqueza de la natura humana que non está
instructa de reclamar intromisiones.

Ruego para que esta hoguera mía
sea otra vez la juventud.

Aquí se dice de cómo ha de hacerse la oración que trae al
alma consolación después de haberse sido desdeñado.

7/18/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 00:34|
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Ricardo Solís - Cierta belleza.

Duele si nada se dice.
Detesta la sombra
que apenas sabe oscurecer
con el paso de los días.

Odia el intento
y que a la vista llegue
una escritura sin respiro.

Aborrece mirar la letra
que no logra ser algo
sin el cuerpo

7/17/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 03:18|
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Salvador Novo - Viaje


Los nopales nos sacan la lengua
pero los maizales por estaturas
con su copetito mal rapado
y su cuaderno debajo del brazo
nos saludan con sus mangas rotas.

Los magueyes hacen gimnasia sueca
de quinientos en fondo
y el sol -policía secreto-
(tira la piedra y esconde la mano)
denuncia nuestra fuga ridícula
en la linterna mágica del prado.
A la noche nos vengaremos
encendiendo nuestros faroles
y echando por tierra los bosques.

Alguno que otro árbol
quiere dar clase de filología.
Las nubes inspectoras de monumentos
sacuden las maquetas de los montes.

¿Quién quiere jugar tenis con nopales y tunas
sobre la red de los telégrafos?

Tomaremos más tarde un baño ruso,
en el jacal perdido de la sierra
nos bastará un duchazo de arco iris
nos secaremos con algún stratus.

7/16/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 00:24|
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Salvador Novo - Este perfume intenso de tu carne

Este perfume intenso de tu carne
no es nada más que el mundo que desplazan y mueven los globos azules
de tus ojos y la tierra y los ríos azules de las venas que aprisionan
tus brazos.
Hay todas las redondas naranjas en tu beso de angustia
sacrificado al borde de un huerto en que la vida se suspendió por todos
los siglos de la mía.
Qué remoto era el aire infinito que llenó nuestros pechos.
Te arranqué de la tierra por las raíces ebrias de tus manos
y te he bebido todo, ¡oh fruto perfecto y delicioso!
Ya siempre cuando el sol palpe mi carne
he de sentir el rudo contacto de la tuya
nacida en la frescura de una alba inesperada,
nutrida en la caricia de tus ríos claros y puros como tu abrazo,
vuelta dulce en el viento que en las tardes
viene de las montañas a tu aliento,
madurada en el sol de tus dieciocho años,
cálida para mí que la esperaba.

7/15/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 00:17|
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Eugenio Montejo - Dos cuerpos.

Cuántas veces, a tientas, en la noche,
sueñan dos cuerpos fundirse en uno solo
sin saber que al final son tres o cuatro.
Ocurre siempre ante el desnudo de la carne
y su ávido misterio:
de pronto un ojo extraño se abre en las almohadas,
cruzan labios volando por la niebla,
surgen intempestivas voces
de olvidados amantes.
Los espejos protegen a esos duendes
interpuestos en los jadeos
y los susurros.
Nada delata en las alcobas
sus crueles usurpaciones sentimentales.
Solamente la luna
sabe qué manos verdaderas se acarician,
qué rostros ríen detrás de las máscaras
y quiénes envueltos en la sombra
con pasos furtivos se reencuentran.
Solamente la luna que es redonda,
lenitiva y amarga.

7/14/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 00:55|
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Osip Mandelstam - Si canta el reloj saltamontes...

Si canta el reloj saltamontes,
y cruje la fiebre
y susurra el horno seco:
es seda roja que arde.

Si los ratones roen
el fino fondo de la vida:
son una golondrina y su cría
que desamarraron mi barca.

Si la lluvia murmura en el tejado:
es seda negra que arde.
Y el cerezo aliso, incluso en el fondo
del mar oirá: perdona.

Porque la muerte es inocente
y nada puede ayudar.
En el ruiseñor febril
palpita aún un cálido corazón.

7/13/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 22:13|
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Kishwar Naheed - Nosotras, mujeres pecadoras.

Somos nosotras, mujeres pecadoras,
quienes no sentimos temor ante la
grandeza de aquellos, los señores de hábito.

Quienes no vendemos nuestras vidas,
quienes no inclinamos la cabeza,
ni juntamos nuestras manos en señal de devoción.

Somos nosotras, mujeres pecadoras;
mientras aquellos que venden la cosecha de nuestros


cuerpos,

se exaltan, se vuelven distinguidos,
se convierten en simples príncipes del mundo material.

Somos nosotras, mujeres pecadoras,
quienes salimos levantando la bandera de la verdad
contra la barricada de mentiras esparcida sobre las avenidas;
quienes encuentran historias de persecución
apiladas en cada umbral,
quienes se dan cuenta que esas
lenguas que podrían hablar,
han sido cercenadas.

Somos nosotras, mujeres pecadoras.
Incluso si la noche nos persigue
estos ojos no habrán de apagarse.
No insistan en volver a levantar
la pared ya construida.

Somos nosotras, mujeres pecadoras,
quienes no sentimos temor ante la
grandeza de aquellos, los señores de hábito.
Quienes no vendemos nuestros cuerpos,
quienes no inclinamos la cabeza,
ni juntamos nuestras manos en señal de devoción.

7/12/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 23:57|
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Carmen Ollé - Tener 30 años.

Tener 30 años no cambia nada salvo aproximarse al ataque
cardiaco o al vació uterino. Dolencias al margen
nuestros intestinos fluyen y cambian del ser a la nada

He vuelto a despertar en Lima a ser una mujer que va
midiendo su talle en las vitrinas cono muchas preocupada
por el vaivén de su culo trnsparente.

Lima es una ciudad como yo una utopía de mujer.
Son millas las que me separan de Lima reducidas a sólo
24 horas de avión como una vida se reduce a una sola
crema o a una sola visión del paraíso.

¿Por qué describo este placer agrio al amanecer?

Tengo 30 años (la edad del stress).

Mi vagina se llena de hongos como consecuencia del
primer parto.

Este verano se repleta de espaldas tostadas en el
Mediterráneo.

El color del mar es tan verde como mi lírica
verde de bella subdesarrollada.

¿Por qué el psicoanálisis olvida el problema de ser o no ser
gorda / pequeña / imberbe / velluda / transparente
raquítica / potona / ojerosa…

Del botín que es la cultura me pregunto por el destino
¿Por qué Genet y no Sarrazine?
o Cohn Bendit / Dutschke / Ulrike
y no las pequeñas militantes que iluminaban mis aburridas
clases en la U ELSA MARGARITA SIRIA

Marx aromaba en sus cartas como retamas frescas
qué bellas están ahora calladas y marchitadas.

No conozco la teoría del reflujo. Fui masoquista
a solas gozadora del llanto en el espejo del WC
antes que La muerte de la familia nos diera alcance

7/11/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 23:39|
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Beirut - "Elephant Gun"

7/10/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 03:06|
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Charles Bukowski - El genio de la multitud

Cuidado con el hombre corriente
con la mujer corriente
cuidado con su amor
su amor es corriente
busca lo corriente
pero es un genio al odiar
es lo suficientemente genial
al odiar, como para matarte, como para matar
a cualquiera…
No quieren la soledad
No entienden la soledad
Intentarán destruir cualquier cosa que
difiera de la suya
al no ser capaces
de crear
no entenderán
el arte.

7/09/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 01:51|
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D. Hierro - De selvas.

Hemos llegado a un tiempo sin retorno

por esta selva

fue necesario volver los pasos

hacia los hombres nuevos.

Pienso que pude domar el salvaje que llevas dentro

pero habría sido crimen.

No podremos encontrarnos en el filo humano

si con la misma rabia que desafiamos al destino

no llegamos a descubrir el fin absoluto

que buscamos desde el principio de los tiempos…

Todo esfuerzo será vano

si en nombre del hombre viejo

no restablecemos la relación con el infinito dilema

de ser mortales por humanos.

Nunca se gana, cuando se pierde,

es la ley del salvaje mundo.

7/08/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 02:31|
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Torso Kenzo - La China

Un perro vagabundo va atravesando China,
y en el Tíbet se encuentra un monje y mil bayonetas,
por un hueso nadaría el Pacífico de vuelta
hasta Hawai,
pero prefiere comprar en eBay un billete
en el Nuevo Titanic rumbo a los mares del Sur.

Un taxi pasa lleno de polvo, ahogando en arena Mongolia,
y no pasa nada, tampoco, porque nunca pasa nada
abajo del Himalaya, nada que se sepa, o sea.
Caen mil alpinistas en el derrumbe por un precipicio
y adornan con guirnaldas Made in Taiwán sus tumbas en ese lugar remoto
y desconocido. Sellan la muerte de silencio
y cantan las grullas, lejos del frio, un poema de silencios y aleteos,

mientras una nueva avalancha se avecina.

Esperando que llueva en primavera,
nos sorprende un invierno traidor
que retorna.

Cuando llegamos a la casa
escuchamos que en el televisor dijeron:
va a llover, y mucho,
y en eso estamos:
esperando que lleguen las lluvias, y el río Amarillo
nos bendiga en los monzones.

En Pekín hay huelga de té, y las putas están tristes,
el negocio no marcha como debería.
Los turistas se marchitan entre las briznas de neblina contaminada
y los clientes asmáticos
recurren a aliviar con mano alemana sus calores chinos.

Encima de nuestras cabezas
un satélite en el espacio
manda imágenes a todo el planeta.
Saluda a mamá perra...si me ve.

7/07/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 00:57|
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Yasuki Fukushima - Pensamientos de cosas por venir

Los sueños retornarían siempre a la solitaria aldea al pie de
.....................................................................las montañas,
Tejiendo senderos de bosque entre la joven tarde
Donde el viento revolvería los largos tallos de pequeñas
....................................................................flores rosadas,

E incesantemente cantarían los grillos, rompiendo el silencio
..................................................................tan profundo como
................................. la tumba

En el cielo azul, el sol brillante esplendería
...................................... cual volcanes dormitando por
.................................,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,debajo
-Y yo
Hablé incesantemente de todo lo que veía -de islas, de olas,
De acantilados, de luz, del sol y la luna -sabiendo que nadie
......................................................................oía...

Pero ya no avanzan más los sueños
Pensando que olvidarán algo y todo,
Olvidando aun al final acerca de haberlo olvidado todo.

Los más parecidos, mientras la muerte del invierno desciende sobre la memoria, los sueños se hacen más fríos
Y abriendo una puerta, desaparecen desolados
Descendiendo un sendero iluminado por polvo de estrellas.

7/06/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 21:46|
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El xilecu de fierru - La chaqueta metálica

7/05/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 03:22|
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Botas - El perplejo



Las olas que vinieron a morir a mis pies cada verano, desde mil novecientos cuarenta y seis.
El cigarrillo roto del cenicero azul.
Mi mano con la pluma que no entiendo.
La rosa inalcanzable de Jorge Luis Borges.
La amistad de unos pocos.
El clavel amarillo que ignoré esta mañana en una tienda de flores.
La piedra con la que tropecé el pasado mes de julio en Puente Viesgo.
El salto delicado de los gatos.
Los payasos del Price que yo miraba atónito, a los cinco o seis años.
La cara muerta de mi abuelo que se me está borrando.
Paulina en el Gran Canal de Venecia, un día de mil novecientos setenta y uno.
El grano que ahora tengo en la mejilla.
José Luis García Martín camino del Oliver con un puñado de libros y revistas bajo el brazo.
Mis hijas que jugaban junto a la gran roca que hay en la playa de Biarritz.
Mis hijos que todavía juegan en el mismo lugar.
La mala leche con que pago a Hacienda.
El capot de mi coche tragándose impertérrito la larga cinta gris de la carretera.
Los ojos que no ven más que otros ojos que pasan junto al mar cada mañana
y que, como las olas, se estremecen, azules y cambiantes.
El sabor de un café, rayando el alba,
en el barrio Latino de París.
La angustia de saber que tan sólo me salvan unas cuantas líneas vacilantes.
Los cincuenta años que cumpliré, dentro de once meses y medio.
Esta leve lumbalgia al levantarme de la silla...

7/04/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 01:04|
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José Manuel Caballero Bonald - Nocturno con barcos


Siento pasar los barcos por dentro
de la noche. Viene de un taciturno
distrito del invierno y van a otra interina
estación de argonautas,
esas rutas
quiméricas que rondan
los fascinantes puertos de la imaginación.
Invisibles a veces, surcan
las cóncavas comarcas de la niebla,
pertenecen a un mundo despoblado,
a alguna procelosa tradición
de vidrieras marchitas, se parecen
a la emoción que queda detrás de algunos sueños.
Llega hasta aquí el empuje
respiratorio de las máquinas, el empellón
del agua en las amuras,
y a veces
una sirena desenrosca
la disonante cinta de su melancolía
por los opacos círculos del aire.
La cifra de esos barcos es la mía.
Con ellos cada noche se va también mi alma
.

7/03/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 00:53|
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Alfonso López Gradolí - El mar, y nada más

«El mar, y nada más».
Luis Cernuda

Un libro con arena. Estoy leyendo versos
en la playa. ¿Cuántos años han pasado
desde la primera vez que leí a Cernuda?
Qué es el tiempo, me pregunto mirando la bahía.
Elijo los lugares, quiero que contesten otros ojos
a los míos. Y espero las palabras, que me lleguen
con puntualidad cumplida de marea. El agobio
del calor queda allá, detrás de las rocas. ¿Adónde
va el amor cuando se olvida? Tengo tu libro. Leo.
Pleno sol. Insiste su débil fuego por mi piel curtida.
Puedo soñar mejor, con el aturdimiento de este día
de playa, con sabor de vino y los ágiles cuerpos
en la arena, una melena flotando con la brisa.
Me dicen que estás lejos. Y te escribiré un poema
y quedaría entretejido de azul inolvidable.
(Ayer oí a Neruda, un disco que giraba con tristeza,
un cansancio con palabras de plata, eran sus poemas
de amor y la canción desesperada). recuerda tú alguna
tarde en que llegaste al mar como a la vida, como se entra
al corazón de alguien. Amas también este paisaje.
[Horas
ganadas con las olas que rompían, la lenta soledad
[de las mañanas.
Los días ya lejanos. Yo te pido el vaho de nostalgia y
[de verano
que tú recordarás, ese gesto del que espera,
[ilusionado, en un puerto.
Puedo escribirte los más tristes versos, como dice el poeta,
esta noche; ahora te doy aliento, como lleva impulso
de amor la viva espuma del mar que está esperándote.
La ola, cuando viene, trae alegría, quizá pasen los peces
bajo la fría superficie, como seguras piedras relucientes,
la rapidez deslizándose. ¿Qué será lo que se mira
siempre en el fondo del agua, hacia el suspendido
verde que va oscureciéndose? El juego lento, sabio
de los peces del puerto que saben que están los
[hombres
arriba. A muchos, frente al mar, se les avivan los
[recuerdos.
La tarde termina. Pierde rotundidad el sol, la playa
[se agrisa.
Es más bello besar en una isla. Está llovido
de amargura el sentimiento, azul alrededor, nocturnamente
nos da tristeza vernos rodeados, y besas, cubres una
[boca
con la tuya. En las ciudades, algunas luces, a lo lejos
atraen la mirada. En las islas tienes otros labios.
Y unos versos exactos, como rocas en azul destacándose.

7/02/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 23:18|
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Khaleel Torabully - Manifiesto del poeta.



De este niño que rodea a la avispa
de la lluvia al sol
su carrera entre capricornios
y escolopendras
soy depositario

De ese pardo pecado en el profundo silencio
huye las estrellas
pero de su esplendor
removido de insectos
soy cómplice

De la muerte en la vida
de su espacio fértil aún espeso
soy memoria

Esta infancia
de mineral irreductible
lluvia al sol
yo a las estrellas
yo a la muerte
yo

*

Existo entero como la leche
cotidiana.

Pues prefiero
alguna cosa
plenamente inaccesible
a esas ideas estrechamente vigiladas

7/01/2008 | Escrito por: kenzo | Hora: 23:56|
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