Correo de Náufragos |
Torso Kenzo - Puré de ironía
Lo peor de un muerto
de hambre
es el mal aliento {que deja}0 comments
Angela Figueras
¿En dónde está la verdad, en la tierra que se queda o en el agua que se va….?0 comments
Juan Bañuelos - Casida de la entrega
Agonizo en tu vientre
cuando –árbol– desciendo a las raíces
y amanezco en todo lo que vives.
Agonizo en tu vientre
de ternuras que viajan con la hierba
cuando la uva es roja hasta la hoguera.
(La savia de tu vientre
suena a torre y a espuma derribadas,
a caracol de lengua rota y clara.)
Y agonizo en tus ojos
desde tus largos muslos que se mecen:
dos horizontes donde la noche llueve.0 comments
Ken Tor - Detrás del perro.
Detrás del perro muerto
la luna aulla
[muerta] de frío.0 comments
Alfonso López Gradolí - Al mar has de venir si derrotado
Al mar has de venir si derrotado
te crees un instante por la vida.
Sin ímpetu, las olas ya son bajas,
atraen más. Insisten ojos libres
que desean tener la compañía
para perder tesón, enamorados.
La luz lenta de tarde, primavera,
el malva instante en el que cobran
ilusión las muchachas. Es la hora
de tomar la mirada de la noche.
Momento decisivo. Y tú miras
unos ojos; ignoras si importa
que ellos miren como tú lo haces.0 comments
José Kozer - Gramática de papá.
Había que ver a este emigrante balbucir verbos de yiddish a español,
había que verlo entre esquelas y planas y bolcheviques historias
naufragar frente a sus hijos,
su bochorno en la calle se parapetaba tras el dialecto de los gallegos,
la mercancía de los catalanes,
se desplomaba contundente entre los andrajos de sus dislocadas,
conjugaciones,
decía va por voy, ponga por pongo, se zumbaba las preposiciones,
y pronunciaba foi, joives decía y la calle resbalaba,
suerte funesta déspota la burla se despilfarra por las esquinas,
y era que el emigrante se enredaba con los verbos,
descargaba furibunda acumulación de escollos en la penuria de
trabalenguas,
hijos poetas producía arrinconado en los entrepaños del número y
desencanto de negociaciones,
y ahora sus hijos lo dejaban como un miércoles muerto de ceniza,
sus hijos se marchaban hilvanando castellanos,
ligerísimo sus hijos redactando una sintaxis purísima,
padres a hijos dilatando la suprema exaltación de las palabras,
húmedo el emigrante se encogía entre los últimos desperfectos de
su vocabulario rojo,
último padecía para siempre impedido entre las lágrimas del Niemen,
fin de Polonia.0 comments
Chu Siang - La casa de empeño
La Belleza maneja una casa de empeño
y acepta el corazón de los hombres tan solo.
Cuando llega por fin el tiempo de recuperar
sus pertenencias, ella ha cerrado ya las puertas.0 comments
William Blake, Para ver el mundo en un grano de arena
Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el Cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora.
Aquel que se liga a una alegría
Hace esfumar el fluir de la vida;
Aquél quien besa la joya cuando esta cruza su camino
Vive en el amanecer de la eternidad
...0 comments
D.Hierro - De avalanchas.
Mientras tocas el piano
tan lejos, tras la ventana
el mar, tan cercano,
mientras cocinas, tan meridional
y piensas en divanes, tan ensimismada,
acontecen, tan inesperadas,
avalanchas en Marte.0 comments
Angel González - Eso era amor.
Le comenté:
—Me entusiasman tus ojos.
Y ella dijo:
—¿Te gustan solos o con rimel?
—Grandes,
respondí sin dudar.
Y también sin dudar
me los dejó en un plato y se fue a tientas.1 comments
Ángeles Mora - Aquel calor
Si esta noche la sombra
cayó sobre la sombra,
y el silencio su sello puso
sobre labios ya mudos,
qué puede sorprenderte.
Si aquel calor es una historia antigua
y sus cenizas las esparce el viento.
Qué puede sorprenderte
si ya tanto llovió sobre mojado.0 comments
Eugénio de Andrade - Blanco en lo blanco
Haz una llave, aunque sea pequeña,
entra en la casa.
Consiente en la dulzura, ten piedad de
la materia de los sueños y de las aves.
Invoca el fuego, la claridad, la música
de los flancos.
No digas piedra, di ventana.
No seas como la sombra.
Di hombre, di niño, di estrella.
Repite las sílabas
donde la luz es feliz y se demora,
vuelve a decir: hombre, mujer, niño.
Donde la belleza es más nueva.0 comments
DaMiaN IBaÑeZ - Islas de Otoño
Esta luz sin fisuras
esta roída ausencia de esperanza
esta vana conjetura
esta filosofía de los días de lluvia y cerezas
este crimen de la melancolía tardía
estos dioses en las encrucijadas
esta perfidia que nos hace ateos y descreídos
este sueño de cavernas vacías
de islas imaginarias donde nunca muere el mar
[de este azul tan desleído].
Esta desdicha
que es nuestra herencia
la que camina a paso otoñal por la derrota.
...........este fatalismo, que nos arrastra a orillas de la poesía.0 comments
kEnZO TOrso - vita brevis.
Ya pedaleábamos apenasabríamos el libro con sus hojas en blanco
balbuceábamos a la vida y queríamos respirar.
El juego estaba amañado:
a unos metros de la salida
ya la meta se veía tan cerca...0 comments
Vicente Aleixandre - Vida
Un pájaro de papel en el pecho
dice que el tiempo de los besos no ha llegado;
vivir, vivir, el sol cruje invisible,
besos o pájaros, tarde o pronto o nunca.
Para morir basta un ruidillo,
el de otro corazón al callarse,
o ese regazo ajeno que en la tierra
es un navío dorado para los pelos rubios.
Cabeza dolorida, sienes de oro, sol que va a ponerse;
aquí en la sombra sueño con un río,
juncos de verde sangre que ahora nace,
sueño apoyado en ti calor o vida.0 comments
Ángeles Mora - El infierno está en mí
Pasos de un peregrino son errante(Góngora)
El infierno no son aquellos otros
que siempre se quedaron lejos
de mi calor:
el infierno soy yo.
Mi nombre es el desierto donde vivo.
Mi destierro, el que me procuré.
No me he reconocido en este mundo
inhóspito,
tan ancho y tan ajeno.
Supe que mi equipaje, demasiado indeciso,
pronto me delataba: este mundo tampoco
se reconoce en mí.
Yo siempre estuve fuera,
en otra parte siempre.
Soy una extraña aquí.
Sólo tengo una fuerza, sólo un secreto acaso:
esta voz que me escribe,
el doble que me habita en el silencio.
Este otro, mi infierno,
el vértigo
que al despertar me empuja
a una huida sin fin.
Estos son sólo pasos
de un peregrino errante.
Los caminos
que no me pertenecen,
las palabras prestadas que los días
dejaron en mi oído.0 comments
Basilio Fernandez - All the world will smile again
El que medita a la sombra de una torre,
o el que canta
en la cima de ese Everest moldeado de nieve,
puede ver cómo el mundo vuelve hacia atrás sus ojos
y olvida sus cabellos caídos por la historia,
puede observar también cómo allá en lo profundo
quedan lagos por descubrir, selvas blanquísimas
y todo un reino de bondad nativa
que iguala ante la ley aves y hombres.
Ve cómo el viento suave levanta un murmullo de hojas en Manchuria,
o mueve una palmera tropical,
y todo es así;
hay siempre un sudor frío que anega la frente del tirano,
que moja el pecho del coolí dormido entre bambúes
y cae sobre la humanidad como lluvia cándida
de democracia, de traición y mano blanca.
Toda esta frondosa vista deja un pozo de sangre en la memoria,
sangre al besar los labios de esa mujer
y ver que son de humo,
destino de desear las dunas de ese pecho
como montes de nostalgia:
y de adormecerse entre las brumas de ese país que nadie ama.
Pero el mundo volverá a sonreír,
tal vez mañana se ofrezcan a Dios árboles tiernos
y dólares de oro,
tal vez las armaduras, los fusiles que fulgen
-318-
se oxidarán en los desvanes de la aurora
con sequedad de latones o sacos de herrumbre.
Tal vez el que medita o canta
observa ya mejillas sin cicatrices,
insólitas banderas
desplegadas hacia los astros vivos
y una claridad pura
por occidente, inmóvil sobre el caos.0 comments